Somos los causantes de la extinción de miles de especies cada año y mientras algunos intentamos protegerlas la mentalidad destructiva de la humanidad nos hace imposible evitarlo.
Un viaje hacia la provincia de Darién en Panamá, específicamente en el Parque Nacional Darién me llevó a lo que sería uno de los encuentros más importantes de mi vida. Por primera y tal vez la única vez en mi vida pude ver un nido y un pichón de está hermosa águila.
Fue un viaje de casi 3 días en diferentes ambientes auto, lancha (panga) y a pie para llegar al refugio del Anam; para mi sorpresa y algo muy raro de esta especie el nido se encontraba en el camino al refugio y en un lugar bastante accesible cuando nuestro guía nos saco del sendero hacia la espesa selva no me imagine que a solo unos minutos estaría el nido.
El nido se encontraba sobre un árbol llamado Ceiba un imponente árbol que estaba en la flor de su juventud; para el águila harpia este árbol es de suma importancia ya que son aparte muy escasos y requieren de característica en especial la altura para que puedan elegirlos como nido, también pueden utilizar el frijolillo y el cuipo.
Solo veíamos el enorme nido, ya se imaginaran que siendo el águila más grande del mundo el tamaño de este nido. El guía nos pidió total silencio mientras de su boca emitía el sonido del águila para hacer salir al pichón; nos quedamos boca abierta cuando con solo 2 intentos este hermoso y enorme pichón se asomó por el borde del nido.
Ahora imaginen a un pollo adulto pues ese era el tamaño del pichón, mi pensamiento en ese momento fue si así es el pichón cómo será la madre; da algo de miedo no!
Por mucho que quería levantar mi cámara y empezar a fotografiar me quedé mirándolo y guardando cada momento en mi memoria.
Era simplemente hermoso, sus garras y su pico podían fácilmente herir a un hombre adulto de gravedad. Nos divertimos al ver que hacía unos movimientos con su cabeza mientras él nos observaba detenidamente; me preguntaba qué estaría pensando al vernos pero al parecer también éramos algo extraño y muy interesante para él .
Pasamos un tiempo indeterminado admirándolo y esperando ver a la madre, ya que según el guía era algo probable que apareciera, pero como en la naturaleza nada es prometido pues nunca apareció.
Aquí un vídeo:
Tiempo después recibí una triste noticia, en una segunda camada nació un segundo pichón pero a diferencia de su hermano este no llegó a ver los cielos azules de nuestro mundo, unas personas que solo piensan en sus intereses y no en el daño que puedan hacer derribaron el árbol para convertirlo en madera y venderlo, al derribarlo dejaron al águila harpía si nido y sin cría. La cría fue encontrada e intentaron salvarla en Instituto Smithsonian pero debido a los golpes de la caída y su falta de madre murió.
La suerte de la madre es aún un misterio para los científicos, biólogos y amantes de la naturaleza como su servidor. Se creé que murió también o se adentró más a la selva entre Panamá y Colombia; lo que es cierto es que somos la especie más desalmada y destructiva del mundo y tal vez del universo; pero mientras sigan habiendo personas como tú y como yo, interesadas en proteger puede que tengamos una pequeña oportunidad.
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